Amarte parece algo básico y sencillo, pero en realidad es un gran reto para muchas mujeres.

Recientemente he celebrado los mis 10 años de matrimonio construyendo confianza … amándome a mi misma. 

Empecé mi celebración recordando que mi felicidad no depende de mi esposo…aunque es el mejor compañero que puedo tener; y seguimos en una paradisiaca playa en Punta Cana. Los perfectos atardeceres y la libertad de tener unos días sin hijos me abrió el espacio a la reflexión. Admirando ese océano sin fin y escuchando la magnificencia del sonido de la naturaleza, no podía dejar de preguntarme por qué no nos miramos a nosotras mismas con tanta reverencia y apreciación. ¿Por qué estamos de alguna manera defectuosas si no somos simétricas, brillantes y jóvenes?

¿Por qué nuestra confianza en el cuerpo es tan elusiva como un unicornio, o cómo salir a tiempo de casa con hijos… no va a suceder. ¿Por qué es la talla 0 y la piel perfecta (cortesía de Photoshop) el estándar  para la belleza ideal?

Paso mis días trabajando con mujeres magníficas, auténticas y sin duda frustradas porque han acumulado esta creencia de que si sólo perdieran 5 kilos, tonificaran sus brazos, cubrieran sus canas o borraran sus arrugas,  su vida sería mejor, más feliz…perfecta.

Pero la verdad es que las mujeres no tenemos un problema de cabello o un problema de pérdida de peso o un problema de patas de gallo; tenemos un problema de autoestima. Sí: la autoestima. también conocida como «ESO» que dejaste de cultivar cuando eras una niña de 10 años en bikini.

Tu eres  tan única y opulenta como cualquier catedral. Pero te pegas con palabras como «gorda» y «fea» y «la próxima vez». Y esas palabras construyen una vida de inseguridad, soledad y arrepentimiento. Esas mismas palabras dejan tu confianza, valor y amor propio absolutamente en nada.

Pero en cualquier momento, incluyendo este, puedes cambiar tu mundo y cambiar tu diálogo para vivir una vida de elogios más valientes, cumpleaños aplaudidos y momentos notables.

Así que ámate incondicionalmente. Ámate más. Amate a ti misma, como eres.

Cuando creas amor propio / apreciación / valor, ves tu vida a través de un nuevo lente, y quieres cuidarte a ti misma más, comer sano, mover tu cuerpo, liberarte del estrés, reír toneladas y abrazar tu belleza sin la crítica.

 

Para conseguir el detalle del amor por ti misma, aquí están cinco maneras de construir la confianza, fortalecer tu auto apreciación y amarte con locura.

1. Desplaza tu punto de atención.

Mira en el espejo tu característica favorita. En lugar de criticar tus senos, mira tus hermosos ojos marrones. Poner tu atención a las partes del cuerpo que amas volteará tu diálogo mental de negativo a positivo. Enriquécete creativamente y elogia tus ojos o tus piernas … algo o todo, porque el lenguaje que utilizas para hablarte es el que marca la diferencia.

2. Comparte tu tiempo con gente que se ama a si misma.

Pasa tiempo con la gente que te hace sentir bien por dentro y por fuera. Mantenerte cerca de personas que te hagan cumplidos sinceros es de gran importancia porque te ayudan a ver las magníficas cualidades que tu no ves…porque estas demasiado ocupada viendo otras cosas.  Comparte con mujeres que se sienten bien sobre sus cuerpos, que creen que son hermosas como son, y que no pasan diariamente por una eterna lista de cosas que podrían mejorar. Su confianza será contagiosa y esperamos que te inspire a ser un poco más suave contigo misma.

3. Deja de criticar a otras personas.

Sí, esas personas que no eres tu. Cuanto más apuntes los defectos percibidos en otras personas, más señalarás los tuyos. Y realmente, el lenguaje que usas para criticar a los demás es sólo un reflejo de cómo te sientes acerca de ti. El objetivo es amar y honrar por toneladas.

4. Desconéctate.

Desconéctate de todas las revistas, programas de televisión y páginas de Facebook que elogian ser flaca y perfecta. No te ofrecen nada más que una fuente de constante comparación, malos sentimientos y pensamientos inseguros. Además, hay un montón de falsedad sucediendo en esos lugares.

5. Cuídate.

Tu dieta, una rutina de ejercicio y el nivel de estrés establecen las bases de cómo te sientes. Limpia el cuerpo y dale buen combustible con una buena nutrición, un poco de sudor cada día y tiempo para relajarte. Porque es difícil sentirse mal con un cuerpo que está siendo cuidado.

Yoga, batido verde y un baño de burbujas, ¿alguna?

Sé el primer amor de tu vida. Desde allí multiplicas amor al mundo.

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