No, no siempre se trata de sentirte bien…

Mi concepto de amor por mí misma evoluciona y cambia todos los días. Solía pensar que lo más importante era simplemente siempre sentirme bien, aún creo que es un pilar fundamental en este camino de aprender a amarnos incondicionalmente… sin embargo hay días que entiendo que apegarnos de lo que «se siente bien» es una forma de evitar crecer. Sentirnos incomodas es una parte crucial en un proceso de transformación y aprendizaje.

La verdad es que el camino hacia el amor propio es pedregoso (aunque también con muchas flores) y de trabajo progresivo constante e implica el amarte siempre, cada día, aun cuando estas en uno de esos días difíciles.

Todavía y después de acompañar cientos de mujeres, debo y debemos cada una jugar en contra de ese instinto natural que nos hace creer poco en nosotras misma y minimizar nuestras capacidades. Pero al otro lado del camino esta ese lugar donde me amo y me respeto, actúo como mi mejor amiga expandiendo cada vez más mi vida.

Es ese lado al que te invito…luego de las piedras vienen las praderas o después de la tormenta viene la calma, como lo prefieras.

He aprendido mucho sobre este camino de amor propio, de relaciones, haciendo que nuestros sueños den frutos y navegando en la complejidad humana. Desde que inició este camino de Mujer Alquimista he aprendido profundamente cómo amarme cuando me siento mal y por eso les comparto tres tips para amarte …aunque te sientas mal.

1. Encuentra el aprendizaje detrás del dolor

Ese sentir cuando estas mal, triste, aburrida… ese sentir tiene un gran aprendizaje detrás, cuando hacemos el análisis en consulta hemos encontrado que esos momentos en donde llegas al fondo es donde mayor aprendizaje y crecimiento hay. Debo decirte que por lo general esos aprendizajes tocan membranas profundas de tu ser, como aprender a respetarte, recordar tu valor o retomar tu poder.

Aprender a observar que estás aprendiendo requiere que confíes en tu sabiduría interna, y déjame decirte que a veces toma tiempo, así que tomate tu tiempo para encontrar tus respuestas y no te obligues a sentirte bien cuando no lo estás.

2. Recuerda que eres humana

Si! eres humana, quítate el traje de mujer maravilla o de Teresa de Calcula y recuerda que eres humana. La humanidad implica ciclos, subidas y bajadas, aprendizajes repetitivos, día y sol, luz y oscuridad. Por lo tanto si eres humana permítete vivir esos momentos duros, sentirlos e idealmente disfrutarlos. Reconcíliate con tu humanidad y no olvides que todas lo somos….aunque pretendamos que no.

 3. Háblate como a una niña que amas

Si ves a una niña pequeña llorando o triste seguramente te armarás con toda tu ternura y tratarás de aliviar su dolor con palabras suaves y dulces. Haz lo mismo contigo misma, en esos momentos difíciles por lo general nos hablamos duro e inclusive empeoramos el sentimiento que ya tenemos. Háblate con compasión, recuerda que esto también pasará y que mañana saldrá el sol de nuevo.

Ahora ve y ámate en esos días malos… y recuérdale a tus amigas que también las amas cuando están mal.

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