Llevamos ya años hablando de los beneficios derivados del uso de la copa menstrual, ya sea por  comodidad, por economía, por empoderamiento o por respeto al medio ambiente. Y entre más investigamos encontramos aún más información  esclarecedora para mantenerlas informadas.  

Hoy vamos a ahondar sobre los horrores contenidos en los tampones y las toallas higiénicas y el impacto que tienen estas sustancias sobre nuestros cuerpos. Para meternos en contexto tengamos en cuenta:

• Menstruamos en promedio cada 28 días (la mayoría de las mujeres tienen ciclos entre 24 y 34) y dura cerca de 4 días. Si cada mujer colombiana en edad menstrual usa 4 toallas o tampones al día durante su ciclo y tiene entre 13 ciclos menstruales por año, usa 208 dispositivos absorbentes por año (4 x4=16 x13= 208)
  Entonces 15 millones de mujeres en edad reproductiva, solo en Colombia, producimos 3.120 millones de toallas o tampones al año. Si cada producto después de usado pesa hasta 10 gramos, entonces estamos produciendo 31 mil toneladas desechos al año…y si cada mujer menstrúa durante 35 años en promedio … Haz tú la cuenta de la gran cantidad de desechos que estamos generando !

• La eliminación de este tipo de productos se hace generalmente depositándolos en los rellenos sanitarios, sin embargo parte de ellos se desechan por los sanitarios, osea que miles de toallas y tampones se encuentran en los océanos

• La mayoría de estos desechos son no biodegradables y toman alrededor de 500 anos en desaparecer.

Así es claro que los métodos utilizados por la mayoría de las mujeres para vivir su menstruación no son respetuosos con el medio ambiente… pero son aún más rudos con sus cuerpos.

El tampón es un producto que permanece en contacto, por un largo período de tiempo, con una de las membranas mucosas más absorbentes de nuestro cuerpo (similar a la digestiva), y a pesar de eso los fabricantes no están obligados a etiquetarla, como los alimentos. Por lo tanto, no somos informadas exactamente de las materias primas y sustancias que se utilizan en estos productos como el dioxina, rayon y asbesto entre otras.

Dioxina: Sustancia de descomposición lenta y almacenable en el cuerpo: cancerígena, es un subproducto de todos los métodos de blanqueo con cloro. La dioxina se acumula en los tejidos grasos animales, incluyendo seres humanos. La excreción de sólo la mitad de la dioxina ingerida demora siete años. En vista de que una mujer puede utilizar alrededor de 11.000 tampones en el curso de su vida, ella puede estar sometida a una exposición adicional de dioxina.

Los informes científicos publicados han demostrado que existe creciente evidencia sobre asociación entre dioxina – incluso en niveles bajos – y cáncer, endometriosis (crecimiento descontrolado de los tejidos de la matriz), recuento bajo de espermios y supresión del sistema inmune.

Rayón: Las mezclas de rayón y rayón-algodón son ampliamente utilizadas en la fabricación de tampones. El rayón se blanquea con cloro y es un tejido sintético e industrial, altamente absorbente destinado a contener la sangre. ¡No sólo a ella sino también a los fluídos vaginales imprescindibles para el equilibrio de nuestro cuerpo! Frecuentemente, al retirar el tampón, quedan fibras adentro (ver fotos más adelante) que pueden ocasionar infecciones por hongos como la Cándida; y bacterias, como el Stafilococo. Esta última puede llegar a generar, en los casos más graves, un conjunto de síntomas ( fiebre, vómito y diarrea, dolor muscular, picores…) conocido como el Síndrome de Shock Tóxico (SST).

Asbesto: Desconocemos la causa del uso de esta sustancia en los productos absorbentes desechables. Hasta ahora se sabe que producen mayor sangrado que lo normal. Suponemos, entonces, que ¡Su única utilidad es generar más consumo de tampones!

Las toallas higiénicas desechables son menos agresivas que los tampones. Sin embargo, los materiales plásticos con los que son fabricadas impiden la transpiración por lo que en épocas de calor, principalmente, se convierten en un caldo de cultivo ideal para infinidad de bacterias y hongos. Y según el ultimo informe de Women’s voice for the earth, un estudio, realizado por un laboratorio independiente da cuenta de la presencia en toallas de químicos tóxicos como estireno (un carcinógeno), clorometano (un tóxico para la reproducción), cloroetano (un carcinógeno), cloroformo (un carcinógeno, tóxico para la reproducción, y neurotoxina) y acetona (un irritante). Ninguna de estas sustancias se da a conocer en los empaques de las toallas.

Para comprobar los residuos que el tampón deja dentro de nuestro cuerpo compartimos la experiencia publicada por Meghan Telpner (nutricionista canadiense y autora de Tampax Tampons: Toxic Sticks of Death. – Tampones: Barras tóxicas de la muerte). Megan muestra en sus fotografías como al sumergir un tampón en un vaso con agua durante 6 horas se encuentran residuos como hilos blancos en el agua. Teniendo en cuenta la cantidad de partículas claramente visibles en el agua imagina el volumen de productos químicos y fibras microscópicas que quedan en la vagina y son absorbidas por el tejido vaginal después de cada uso de tampón.

Como vemos no es un panorama muy alentador…. y qué hacer?

Seguro que existen toallas y tampones de algodón bio con los que evitamos una parte de los pesticidas. Si elegimos protecciones que no usan cloro en el blanqueado evitamos el contacto con dioxina. Pero el de la absorción de la humedad natural del cuerpo continúa, al igual que la cantidad de desechos producidos.

Tomando en cuenta el medio ambiente, la salud de la mujer y la economía la copa menstrual aparece como la mejor opción. Este es un dispositivo menstrual con forma de campana, fabricado con silicón  tipo médico hipoalergénico, que se introduce en la vagina para recolectar el flujo menstrual.

La DivaCup puede ser usada por niñas y mujeres de todas las edades durante su etapa reproductiva. No causa irritaciones y es apta para mujeres con alergias. Por otra parte, la DivaCup no interfiere con el delicado entorno vaginal. No absorbe los mecanismos de defensa naturales del cuerpo ni deja fibras en la pared vaginal. Además, es un producto que ha sido premiado por su ética en cuanto a su fabricación y uso. La copa es excelente para las mujeres viajeras o aventureras o simplemente que pasan mucho tiempo fuera de casa. El flujo menstrual se deposita dentro de la DivaCup, por lo que el proceso no es engorroso ni incómodo. Puede utilizarse toda la noche con seguridad y es ideal para todo tipo de deportes como natación, danza, yoga y gimnasia o para actividades como ir de camping, de excursión, de escalada y de viaje.

Realmente la DivaCUp se ha convertido en un invento revolucionario para la salud menstrual femenina por su larga duración (¡hasta 5 años!), su enorme impacto ecológico y el ahorro que produce a nuestro bolsillo. La DivaCup es realmente el producto de higiene femenino más económico del mercado. Cuesta menos de lo que gastas cada 6 meses en productos desechables.

Es tan cómoda como un tampax. Puede requerir algo de práctica al principio, ya que necesitas encontrar el ángulo y la posición adecuados para insertarla. Una vez que lo domines, te sorprenderá lo fácil que resulta usarla. Necesitarás vaciar, aclarar y volver a colocar la DivaCUp cada 4-8 horas, dependiendo de la intensidad de tu periodo.

La DivaCUp es es fabricada en Canada y ya tiene autorización INVIMA para venta en Colombia. Somos importadoras autorizadas por DivaCup Inc. para su distribución en Colombia. Para adquirirla puedes hacer un pedido al correo contactos@mujeralquimista.com o ingresa AQUI!

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Lugares consultados:

Site web: Meghan Telpner nut ricionista canadiense y autora de Tampax Tampons: Toxic Sticks of Death. M 

www.menstruacionalternativa.blogspot.com

http://www.natracare.cl/organico/natural.html

http://ar.geocities.com/mujerlunaroja/toallitas2.htm

http://www.paginasverdesxalapa.com/pdf/alternativasmenstruaciones_adc.pdf

http://www.alternativesante.fr/coupdegueule/les-tampax-arme-chimique-mortelle/#sthash.NCTQEKiA.dpuf

https://elcuencodebaubo.wordpress.com/2014/10/31/te-pondrias-acetona-en-la-vulva/